Tips y recomendaciones para el manejo de la Tecnología en niños y adolescentes

Los equipos como tablets, consolas de videojuegos, celulares y relojes digitales son parte de nuestro día a día como adultos y, cada vez más, en el de nuestros niños y adolescentes. El uso de estos tiene muchas ventajas; sin embargo, debemos lograr un balance entre su uso y el realizar otras actividades que son importantes en el desarrollo físico y mental (como son las académicas y las extracurriculares, las de socialización, los tiempos en familia, entre otros).

Vamos primero a lo positivo, como me gusta. Hablemos de las ventajas en la utilización de estos equipos que, OJO, no son malos:

1. Nos permiten comunicarnos con nuestros hijos, de forma inmediata ante cualquier emergencia (por ejemplo, si tu hijo o hija se queda tarde en el colegio o tiene alguna actividad puedes comunicarte con él o ella, o saber dónde está exactamente);

2. Seguridad. Muchos dispositivos permiten el rastreo y también limitar tiempos de uso y acceso a cierto tipo de información;

3. En caso de los videojuegos, pueden mejorar la capacidad de respuesta;

4. Fomentan el trabajo en equipo, el liderazgo, la capacidad de estrategias e interacción; cuando juegan en línea, esto sucede;

5. Apoyan el aprendizaje de idiomas;

6. Favorecen el pensamiento crítico.

Sin embargo, debemos tener ciertos cuidados al momento de ofrecer uno de estos dispositivos a nuestros hijos. Es importante tomar en cuenta lo siguiente:

1. Edad. Se recomienda no brindar dispositivos electrónicos a menores de 6 años;

2. Después de esta edad, es importante regular el tiempo de uso y ofrecer al niño otras actividades aparte de las académicas, como las extracurriculares artísticas o deportivas, y también las que no son estructuradas como, por ejemplo, ir al parque o hacer encuentros con amigos para jugar;

3. Ofrezca otras actividades, en lugar de “prohibir” el videojuego. De esta forma, el niño se encuentra ante una alternativa y no ante una prohibición o una limitante;

4. Cumplimiento previo con tareas del hogar, según la edad (por ejemplo: “antes de jugar debes haber tendido tu cama, ordenado tu cuarto y haber cumplido con tus deberes escolares del día);

5. Vigilar los contenidos: Antes de ofrecer un videojuego / descargar una “app”. Revise la edad recomendada y las reseñas. Muchos problemas en el uso de videojuegos o aplicaciones radican en que no son para la edad del niño o niña y quedan expuestos a información no apta para su consumo (por ser contenidos que incluyen violencia o sexo);

6. No le dé su celular personal a su hijo o hija. Como padres puede resultarnos a veces más fácil o práctico darles a nuestros hijos nuestro propio celular; sin embargo, el niño puede quedar expuesto a información inapropiada que existe en nuestro teléfono (por ejemplo, abren nuestro WhatsApp, sin que nos demos cuenta; entran a algún grupo o leen alguna conversación que no es apta para ellos);

7. Siga a sus hijos en sus redes sociales. Si el chico es adolescente es importante ser parte de su comunidad, vigilar sus contenidos y acordar qué cosas puede y no puede publicar. También debe acordar con él aspectos como: la privacidad de su cuenta y a quienes puede y no puede aceptar;

8. El dispositivo no debe “dormir” con el niño/adolescente. Establezca una “estación de carga” en la habitación de los padres, para que a la hora acordada estos dispositivos sean entregados. De esta forma podemos también revisarlos y verificar un buen uso;

9. De el ejemplo. Si usted establece reglas como “no uso de dispositivos a la hora de comer”, evite utilizar el teléfono en ese momento o en cualquier otro en que usted haya dispuesto que no se utiliza.

Recuerde que el dispositivo lo usa el niño /adolescente, pero como padres seguimos siendo responsables de su uso. Antes de entregar cualquier dispositivo establezca claramente las reglas de uso para que ambos, padres e hijos, estén alineados en cómo debe ser utilizado y las consecuencias de no cumplir con lo acordado. Cuando se cumplen estas condiciones los dispositivos permiten que el niño se divierta, aprenda y, en general, goce de los beneficios que todo esto nos ofrece.