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  • María del Carmen Tovío

Autocuidado en la relación de pareja


El año 2020 vino cargado de cambios en todos los aspectos de nuestra vida; de un día para otro, nuestro hogar se convirtió en oficina, salón de clases, sala de reuniones, gimnasio y un gran etcétera. Todo quedó encapsulado en un solo lugar y adaptarse a eso fue realmente retador.


En ese momento, empezamos a cuestionarnos muchos aspectos de nuestras vidas, como: la importancia de la salud, el tiempo en familia, las actividades que nos brindaban bienestar, nuestra alimentación, el ritmo de vida que llevábamos, las prioridades en nuestra vida, el trabajo y por supuesto nuestras relaciones familiares y de pareja, entre muchas otras cosas más. También ocurrió otro fenómeno: se le empezó a dar mayor énfasis a un término tan importante, pero que muchos habíamos dejado en el olvido: el autocuidado. Una pequeña palabra que engloba tantas cosas de gran valor para nuestras vidas, nuestra salud y nuestras relaciones familiares.


De manera sencilla y hasta un poco simplista, autocuidado significa cuidar de uno mismo; son las acciones que realizamos para cuidar o recuperar nuestro bienestar físico, mental y emocional. Suena fácil de realizar, pero en el momento de ponerlo en práctica, puede resultar bastante retador; ya sea porque pensamos que existen otras prioridades, o que no tenemos tiempo o que no debemos tomar un tiempo “mío y para mí”, pues sería egoísta con el resto de las personas que viven o dependen de nosotros. Pero si ubicamos el autocuidado como una prioridad, lograremos sentirnos mejor, más felices, productivos, menos agotados y más disponibles emocionalmente para lidiar con las situaciones de vida que se nos presentan en nuestro día a día.


Incluir el autocuidado en las relaciones de pareja o el decidir tomar tiempo para uno mismo, puede resultar difícil, ya que pueden surgir sentimientos de culpa o incluso alguno podría sentirse egoísta con la pareja. Teniendo en cuenta esto, es importante recordar, que poder tener un espacio para el autocuidado, puede generar mayor entendimiento, aceptación y relaciones más armoniosas y, aunque puede sonar paradójico, al recordar y fomentar nuestra individualidad, podemos experimentar “un nosotros” de manera más intensa y satisfactoria. Sabemos que nacemos programados para estar en relación o conexión con otros; pero también somos individuos únicos, con un deseo inherente de ser nosotros mismos (o yo mismo). Con todas las responsabilidades y compromisos es fácil olvidar cuidarnos, por lo que debemos tener claridad que enfocar la energía lejos de las necesidades de los demás, para enfocarnos en uno mismo, puede beneficiar también a los que nos rodean e importan.


Esta individualidad o tiempo para uno mismo, se puede desarrollar a través de actividades que permitan reconectar con lo que nos gusta o lo que es importante para nosotros como personas y que tal vez llevamos tiempo sin practicar. Igualmente, estas actividades deben respetar la relación de pareja, por lo que se debe evitar practicar actividades que puedan ser perjudiciales para la relación o puedan generar desconfianza. El autocuidado en la pareja es cuestión de balance, es lograr tener tiempo para uno mismo como individuo y, a la vez, generar espacios de reconexión emocional con la pareja.


Pero ¿cómo podemos incluir el autocuidado en nuestra relación de pareja, sin descuidar al otro?


1. Primero podemos empezar por darnos permiso para tomar (de manera consciente e intencional) tiempo a solas, realizando alguna actividad que nos guste y disfrutemos.


Aunque estar siempre con la pareja, puede ser algo que disfrutemos al máximo, el tomar un tiempo para uno mismo, es importante para mantener nuestros intereses personales y buenos hábitos, los cuales pueden ayudarnos a mantenernos centrados o balanceados emocionalmente.


Podemos estipular unos minutos después del trabajo para realizar alguna actividad que disfrutemos y sea beneficiosa. De manera que recarguemos energía positiva, antes de regresar a casa con los nuestros. Inclusive, podemos intentar, identificar y practicar algún “hobby”; ya sea nuevo o algo que hayamos dejado de realizar, pues esto nos puede ayudar a liberar estrés de manera sana.


2. Mantener y fortalecer nuestras redes de apoyo, ya sea con amigos o familiares cercanos con los que disfrutemos estar.


Tener un grupo de apoyo, aparte de la pareja, con los que podamos contar, favorece nuestra salud mental. Recordemos que somos seres vinculares y necesitamos de otros como soporte emocional tanto en las “buenas como en las malas”.


3. Empezar a escribir un diario de gratitud. El ser agradecidos por lo que tenemos, sentimos o hemos alcanzado, tiene un efecto positivo en nuestro ser, y escribirlo, podría tener un impacto aún más fuerte en nuestras emociones y en el nivel de consciencia de todo por lo que podemos ser agradecidos.


Realizar esta práctica generalmente puede realizarse de manera individual, pero podría ser una excelente opción para compartir en pareja. Podríamos escribir algunas cosas que amamos del otro o por lo que estamos agradecido y luego compartirlo con la pareja, de manera semanal o diaria. Esto podría crear intimidad, cercanía y bienestar entre los miembros de la pareja.


El autocuidado en la relación de pareja no solo incluye practicar actividades a nivel individual para cuidar de nosotros mismo; sino que también requiere del trabajo de ambos miembros de la pareja para desarrollar hábitos que ayuden a fortalecer el vínculo. Practicarlo en pareja, generará sentimientos de satisfacción y es posible que pueda mejorar la vida sexual.


Algunas maneras de incorporar el autocuidado en la pareja son:


1. Cada día, podemos dedicar un tiempo para hablar sobre las metas en común.


El establecer metas u objetivos como pareja, permite establecer una dirección hacia la cual desean trabajar juntos. También permite soñar por un presente y un futuro juntos y brinda la oportunidad a cada miembro, de ser el mayor sistema de apoyo durante el proceso.


Tener un espacio para conversar sobre estas metas, en el que se puedan revisar, ajustar, evaluar, expresar las emociones que generan en cada uno, detenerse un tiempo para evaluar si alguno necesita ayuda, etc.; estrecha los lazos y crea intimidad entre los miembros de la pareja.


2. Establecer y trabajar juntos en un proyecto, permite alcanzar una sensación de logro en equipo.


Ya sea que decidan elegir juntos las fotos familiares para armar un álbum, tomar clases de baile juntos, arreglar algo en casa, planificar las próximas vacaciones… tener un proyecto en común ayuda a cultivar el trabajo en equipo, promueve el pasar tiempo juntos realizando alguna actividad que disfruten y brinda la oportunidad de aprender juntos e inclusive hasta reírse de los errores.


3. Realizar ejercicios de meditación juntos, ya sea unos minutos antes de dormir o unos minutos al despertar.


El meditar puede ayudarnos a calmar la mente, liberar emociones negativas y encontrar un equilibrio interior. Realizar esta práctica en parejas, contribuye a generar bienestar en ambos miembros de la pareja, pues abre los canales para mejorar la intuición y entrar en contacto con las necesidades de la pareja. Algunos expertos en meditación, recomiendan a las parejas sentarse espalda contra espalda para sincronizar su respiración y poder sentir la quietud del otro, a través del contacto físico.


Es importante recordar que el autocuidado debe ser una prioridad, para nuestra salud física, mental, emocional y para el beneficio de nuestras relaciones en general.




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